A lo que iba. Si algo ha tenido de peculiar estos comicios ha sido el apoyo popular y populachero de los dos sosos contendientes, con el inigualable Vallenato para Rajoy, y su contrapartida o lado oscuro, el jubilado de Moratalaz cantando Zapatero, yo votaré por tí. Que miren que sonaban que atronaban en las calles Ferraz/Génova, con la muchachada gritando como si del mismo Bisbal se tratara. Y luego se rasgan las vestiduras porque llevamos a Eurovisión el Chiki Chiki...
Pero en España, el glosar en modo romanza las virtudes de los mandamases ha sido un ejercicio que podríamos calificar de clásico. Y me viene ahora a la cabeza la muchachada - y abuelada- progre que se alineó con Cejitas: Rosa León, Sabina, Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel...
¿Víctor Manuel?
Sí, el mismo que en los años 60 del siglo pasado -no va a ser de éste- ya se dedicara a lamer oquedades corporales de otro prohombre, no tan demócrata ni tan carismático, pero hombre al fin y al cabo. Me refiero, sí, a ESE HOMBRE...
Como oirán el la breve glosa que acompaña la canción, había que celebrar por todo lo alto los XXV años de paz del régimen, y los artistillas, por aquello de asegurarse las lentejas en bolos por los casinos y ferias de la reserva espiritual de Occidente, no dudaron en atracar a las musas para perpetuar la huella del mequetrefe. Y como la memoria la carga el diablo y la dispara un gilipollas, aquí tienen el testimonio de un jovencísimo VM -su abuelo picador aún viviría- que no cabía en sí de gozo. A su manera, claro.